El 19 de septiembre de 1810 marca el inicio de la tradición militar chilena, cuando en la Plaza de Armas de Santiago se llevó a cabo la primera parada militar. Años más tarde, en 1915, el Presidente Barros Luco decretó esta fecha como feriado nacional, rindiendo homenaje a la primera organización militar independiente de la Corona Española.
Los intereses oligárquicos en ocasiones han permeado a las FFAA, pero a pesar de ellos dispone de momentos históricos, la lucha de nuestros libertadores en la independencia del imperio español, la honestidad y arrojo de Arturo Prat, la defensa del Ejército chileno junto al Presidente Balmaceda, cuando enfrentó a fuerzas mercenarias al servicio de las oligarquías, y más tarde, durante el gobierno de Allende, a aquellos militares patriotas que se negaron a entregar el destino de Chile a los intereses extranjeros del imperialismo norteamericano.
La historia nos muestra que sectores antinacionales han intentado manipular a las Fuerzas Armadas y Carabineros para defender los privilegios de la oligarquía y los intereses de potencias extranjeras. Pero esa no es, ni debe ser, la misión de nuestras instituciones armadas.
Debemos trascender la oscura etapa que comenzó el 11 de septiembre de 1973, cuando los antipatriotas entregaron a las Fuerzas Armadas al servicio de la Doctrina de Seguridad Nacional de Estados Unidos y la Doctrina Monroe, sometiendo a Chile a la violencia, tortura y asesinato de sus hijos más patriotas. Fueron años en que el aparato militar fue usado en contra del pueblo, para defender intereses foráneos y acallar la voz del pueblo soberanista.
Pero en las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile aún reside una fuerza moral que puede renacer y recuperar el espíritu patriótico de nuestros próceres de la independencia y del ejército libertador. Chile necesita instituciones armadas que se pongan al servicio de su pueblo, latinoamericanistas, profundamente respetuosas de la voluntad popular, y que jamás vuelvan a apuntar sus armas contra los intereses nacionales.
Necesitamos unas Fuerzas Armadas y una policía que acompañen al pueblo en la recuperación de nuestra soberanía económica: del cobre, el litio, los recursos forestales y marítimos, y que defiendan a la Patria de los saqueadores y cualquier potencia imperialista que, como el antiguo imperio español, busque convertir a Chile en una mera colonia.
El Partido del Trabajo cree firmemente en unas Fuerzas Armadas y Carabineros que estén al servicio de las grandes mayorías, no de una elite privilegiada. Unas Fuerzas Armadas realmente patriotas, soberanistas, latinoamericanistas, unidas a las luchas del pueblo por una patria justa, solidaria e igualitaria.
En unión cívico-militar, defenderán los intereses nacionales y populares, inspirados en el espíritu revolucionario de Bernardo O’Higgins, José Miguel Carrera, Manuel Rodríguez. ¡Necesitamos Fuerzas Armadas para la liberación nacional!
Partido del Trabajo de Chile
La fecha de inicio de la declaración indica 1810 y el hecho del primer desfile fue en 1910 a la conmemoración del centenario de la Primera Junta De Gobierno.