Ante la serie de hechos revelados en el caso Hermosilla y Macaya y el actuar de la justicia chilena, el Partido del Trabajo de Chile declara:

Nuevamente, la justicia chilena, al igual que en los años de dictadura, presenta un actuar reñido con cualquier principio de justicia. Lo que es aún más dramático, es que hiere el dolor mismo de aquellas niñas desamparadas y sus familias.

La justicia chilena, en su desenfado y podredumbre acreditada en los WhatsApps del Sr. Hermosilla y su actuar coludido, ha demostrado que sigue poniéndose del lado del poder y ningunea la esperanza de chilenas y chilenos que claman justicia, especialmente cuando se violenta a nuestras hijas e hijos.

Los jueces de la Corte de Apelaciones de Rancagua han dado un portazo a cualquier manifestación o atisbo de poner a los niños primero. Claramente, en el caso del padre del senador Macaya, el mismo senador, al intentar desacreditar las evidencias, puso a su padre y familia en primer lugar y relegó a las niñas abusadas por su padre a un último lugar escabroso.

El senador Macaya y toda la derecha fascista nunca, pero nunca, han escatimado esfuerzos en ocultar la verdad, distorsionar las evidencias y desinformar a la ciudadanía, convirtiéndose así en encubridores activos y pasivos de cuello y corbata.

Asimismo, el poder judicial y sus autoridades deben actuar con máxima celeridad y transparencia, y poner a disposición de la opinión pública toda la red de corrupción que se tejía al amparo y manejo del Sr. Hermosilla. Esto es urgente, de máxima urgencia.

La historia más reciente demuestra que el poder judicial en Chile, una vez más, calla, venda sus ojos y acepta los errores y criterios faltos de justicia de sus integrantes, que nos evocan otros actuares de jueces cobardes y corruptos de tiempos dolorosos de dictadura cívico-militar.

También declaramos que la demanda de equidad e igualdad económica, por la cual los trabajadores tanto hemos luchado a través de la historia de nuestro país y que se hiciera tan manifiesta el 18 de octubre de 2019, no era solo por el bienestar económico, sino más bien por todo el desmedro y violación de los derechos más esenciales de las personas; en este caso, el derecho a una justicia justa para todos.

Demandamos un completo análisis psicológico de todos los jueces que participaron en este fallo, que desampara a las víctimas y protege al victimario, y aplicar duras sanciones que los separen de sus funciones como jueces. Es ostensible que no estaban en su sano juicio, o sus valores e intereses no corresponden a un ciudadano con la responsabilidad de impartir justicia, al dictaminar que un abusador de menores que cometió delito cumpla su pena efectiva en el mismo lugar donde cometió los delitos: su casa.

Finalmente, el Partido del Trabajo llama a las instituciones de educación superior, universidades y a toda la academia a revisar con especial atención las competencias y valores de cada una de las carreras impartidas, ya que, no solo en el caso Hermosilla y Macaya se observa un actuar por debajo de los estándares de honestidad y valores de una serie de profesionales que están dispuestos a todo por cumplir los objetivos financieros propuestos por los inversores (colusiones), y así también en lo político, a través del bloque en el poder, acceder a beneficios para sus familias.

 

Partido del Trabajo de Chile.

25 de julio del 2024.

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